Es quizás el primer punto, cuando sabemos que nuestra pareja está embarazada. La ilusión desborda nuestra imaginación y queremos YA tenerla preparada.
Nosotros tardamos bastantes meses en realizar ésta idea. Primero, porque existen las dudas de si será niño o niña. Después porque por mucho que nos duela, vale más esperar al sexto o séptimo mes, para asegurar que el embarazo llegará a buen puerto.
Mientras podemos jugar a construir, idear y decorar. Es divertido, al mismo tiempo que acrecienta nuestra idea de que vamos a ser padres.
En nuestro caso, avalado por nuestra economía, decidimos hacerlo nosotros mismos. Compartimos los colores y la forma, también el trabajo.
Así, disponiendo en casa de dos habitaciones, no cabía muchas dudas. La nuestra, que compartiríamos y compartimos tras siete meses, con nuestro bebé y, la suya, que aún decorada seguiría siendo polivalente.
Así que manos a la obra. Nos decidimos a pintar hasta media altura los bajos de azul claro y las partes altas de blanco. El techo, combinada cenefa blanca con fondo azul claro.
Los detalles; Zócalo de melanina plastificada en blanco de unos 10 cms. de alto y pequeña cenefa de madera en blanco, en el corte de colores en las paredes.
Las decoraciones; Pintar unas nubes de diferentes tamaños en los techo y pegar unas estrellitas fluorescentes en diversas zonas.
Presupuesto: 100 €