Dos años de nuestro "bebé"

Soy consciente de que no he seguido escribiendo el diario durante muchos meses. El día a día con mi hijo, casi lo ha echo imposible.
Las alegrías y el trabajo con él han sido cuestiones que han priorizado el resto.
Me gustaría dejar constancia de que los dos últimos años de mi vida, han sido los mejores. Sólo ver su sonrisa o escuchar sus palabras es suficiente. No puedo pedir más.
Podéis preguntarme acerca de cuantas inquietudes tengáis sobre "qué hacer" en ocasiones determinadas. Me gustaría compartir con todos mis experiencias en ésta etapa.
Ahora vamos a preparar la fiesta de cumpleaños. FELICIDADES !!!

Once Meses de nuestro bebé

Quizás es un día como muchos otros, pero para nosotros es una jornada muy especial. No sólo porque hoy cumple nuestro hijo once meses si no porque dentro de un mes cumplirá su primer año.

Aunque parezca mentira el tiempo transcurre a toda prisa. Los días, al igual que los problemas,se suceden. 

Si añadimos el cansancio y los nervios, se transforma todo en una encrucijada.

Pero es cierto que nuestro bebé no ha tenido grandes problemas durante todo este tiempo. Enfermedades ninguna. Únicamente los dientes que asoman, con el consecuente trastorno del sueño. Mil noches sin dormir y nervios a flor de  piel....

Pero somos de una pasta especial. No nos ponemos histéricos...jajaja, aunque lo intentemos....Buff

Ahora duerme, mientras yo escribo...a pesar de que me gustaría también dormir un poquito...

Diez meses. Su primer diente

Estos últimos meses han sido una constante sorpresa en todos los sentidos. Su balbuceo, sus explicaciones divertidas e incomprensibles. No nos ha dado, hasta la fecha, mayores problemas. Algunas noches de unas pocas décimas de fiebre y dolor en las encías. Molestias que nos imaginamos normales, teniendo en cuenta que tiene que empezar a sacar los dientes.

Gatea veloz y sin miedo. Seguirle, es una odisea. No le podemos quitar el ojo de encima en toda la jornada, ya que intenta siempre, lo mas arriesgado y peligroso. Ya se dio su primer "coco" e inevitablemente le salió su primer moratón. Pero ni se ha inmutado, no le habrá resultado muy doloroso.

El otro día, por fin, apareció su primer diente. Abajo y a la derecha. El de la izquierda no tardará, pues ya apunta maneras, ja ja ja.

De momento todo perfecto, crece y se desarrolla de forma normal, en todos los aspectos.

Es muy muy risueño y divertido, aunque agotador...

Cereales con gluten

Durante los últimos días le hemos incorporado los cereales con gluten. No ha tenido ningún rechazo. Al contrario, lo ha aceptado de buen grado. 

El problema sigue siendo la papilla de frutas. No parece ser que le haga mucha gracia. De todas maneras, seguimos haciendo pruebas. Hoy le he preparado la papilla con plátano, pera, una galleta y zumo de frutas variadas (a partir de seis meses). Parece que le ha gustado más. Por lo que hemos apreciado, uno de los rechazos mayores, parte del zumo de naranja y la textura de la papilla.

Ésta noche, valga la redundancia, nos ha dado la noche. Se despertaba constantemente con pequeños llantos y muy alterado, como si no encontrase la posición para dormir. Suponemos que es por la boca. Los dientes deben estar a punto, pues ayer estuvo todo el día con mucha baba y continuamente lo mordía todo. El catorce cumplirá 8 meses, por lo que suponemos que no puede estar muy lejos el momento de dejar ver sus primeras piezas.

Por lo demás sigue estupendo. Aprendiendo constantemente y enseñándonos a  responder a sus balbuceos. Cada día se explica mejor, dentro de las limitaciones de su corto vocabulario. Es una gozada.

La papilla de frutas. "No gusta"

Llevamos ya un mes desde que comenzamos a incorporar la fruta en la merienda. Al principio parecía que todo iba bien. Para completarla le dábamos después medio yogurt de inicio, - le encanta -.
Pero pronto empezó a tontear con la papilla, llegando a dejarla casi por completo.
Hemos estado haciendo pruebas. De las frutas iniciales; manzana, plátano, pera y naranja, descartamos algunas y añadido, por ejemplo, el melón. La cuestión es encontrarle el punto. Observamos cada una de sus reacciones e intentamos saber que es lo que no le apetece.
También, consultando con otros padres, hemos llegado a la conclusión de que es un "gusto" general, por lo que el tema no nos preocupa en absoluto.
Dentro de unos días le vamos a incorporar los cereales con glúten, y a partir de entonces, la galleta será incluida en la papilla de frutas. Tal vez, con el dulzor que le proporcione, le sea más apetitosa.
Por lo demás, todo está bien. Los dientes se niegan a salir, de momento, aunque nada en baba continuamente.
Lo que más nos sorprende es el poder de aprendizaje. Cada día es una caja de sorpresas.

¿Y esos dientes?

A pesar de haber cumplido ya los siete meses, los dientes no hacen acto de aparición. 

Hace ya varios meses que babea mucho y, todo lo que cae en sus manos, acaba rápidamente en la boca. Muerde con rabia todo aquello que puede atrapar, incluidas nuestras manos, orejas, nariz...

Hay días que llora desconsoladamente y no sabemos muy bien por qué. En cambio, si le masajeamos las encías con unas gotas de Apiretal, nos lo agradece y le calma notablemente.

También es cierto, que cuando vamos por la calle, la gente al verle, nos dice que están a punto de salirle los dientes. Pero lleva ya, tiempo así.

El pediatra resta importancia y nos comenta que los dientes, por regla general empieza a mostrarse a partir de los 6 a 8 meses, aunque  no es relevante el que puedan retrasarse un poco.

Ahora pues, lo más preocupante para nosotros, desde comenzó a ir en el caminador, es quitarle del alcance, todos los objetos peligrosos o susceptibles de serlos. Aún y así, cada día nos sorprende, llegando a aquellos lugares que nosotros creíamos imposibles. 

Para un niño, nada es imposible, únicamente es cuestión que entre en su campo de visión. A partir de ahí, buscará la forma de obtener su trofeo.

Así que como siempre, la prevención por nuestra parte es fundamental.

Despertando a la vida

Me paso horas y horas contemplándole. Intento averiguar el por qué de cada gesto y cada balbuceo.
No quisiera perder ni un sólo instante de su desarrollo. Poco a poco me voy dando cuenta de pequeñas cosas que ayer, sin ir más lejos, no hacía.
ES UN DESPERTAR a la vida, lleno de TERNURA, SENCILLEZ y INOCENCIA.

Está cambiando mi percepción de las cosas a marchas agigantadas. Aprendo quizás más, yo de él, que él de mí. Afortunadamente puedo compartir con mi hijo, las veinticuatro horas del día. Son los inconvenientes, y las GRANDES VENTAJAS, de estar sin un trabajo estable.

He ganado en paciencia y tolerancia. NO HE PERDIDO nada.

Ahora intentaremos seguir con nuestro día. Escribir hoy, es casi imposible. Mi hijo necesita de toda la atención y yo, tengo la necesidad de ofrecérsela.